En un mundo acelerado y lleno de incertidumbre, las marcas tienen ante sí dos grandes retos: cómo conseguir captar la atención y, a la vez, convencer de la diferencia de su propuesta. En el sector educativo este reto sube su apuesta. No todo vale, y además, el posicionamiento tiene que convencer a largo plazo, ya que nuestras familias confían un bien precioso en nuestras manos y, además, lo hacen por muchos años.