En el contexto de nuestras estrategias de marketing es necesario consolidar una escuela de siglo XXI que transmita una identidad sólida y atractiva. Pero en medio de la vorágine de los cambios metodológicos y hasta de políticas educativa se hace pertinente revisar lo sustantivo para que nuestra esencia se mantenga como valor interno y externo.
La escuela ha de mostrarse en proceso de cambio pero con norte, con sentido... con estrategias bien señaladas que no sean sencillamente cambiar metodologías porque se supone que es lo nuevo. Y, especialmente, no perder la mirada en el paradigma de quién tiene el protagonismo en el proceso educativo. Una innovación con sentido es nuestra mejor imagen para estos nuevos tiempos.